martes, 9 de abril de 2013

Canis Rufus



       El lobo rojo (Canis rufus) es un cánido de taxonomía históricamente dudosa que hoy sólo se puede encontrar en algunas zonas del este de Estados Unidos,México y, tal vez, sureste de Canadá. Se le clasifica ahora como una subespecie de lobo (Canis lupus), aunque, tal vez, sea una población híbrida reciente entre lobo y coyote (Canis latrans), o, cómo anteriormente se le consideraba, una especie independiente de ambas, Canis rufus. En cualquier caso, el lobo rojo es un animal en grave peligro de extinción, razón por la cual es objeto de programas de cría en cautividad.



         Si el conflicto taxonómico ya era dudoso, desde 1999 la complicación es aún mayor. En esa fecha, White y Wilson establecieron, tras estudios genéticos, que las poblaciones de lobo del sureste de Canadá eran una especie diferente que debía nominarse como Canis lycaon (Eastern Canadian Wolf en inglés, sin nombre en español) y que esta especie era próxima a Canis rufus, estando además más emparentada con el coyote que con el lobo común. Esta afirmación no goza del adecuado consenso de los expertos, pero hay cierta tendencia a considerar que Canis rufus y Canis lycaon son la misma especie, siendo el nombre latino correcto Canis lycaon. De ser este el caso, se mantendría en español el nombre vulgar "Lobo Rojo" para ambas.

          Otras especies reciben localmente denominaciones parecidas que no deberían confundirse con el lobo rojo son el cuón o perro rojo (Cuon alpinus) y el aguará guazú o lobo de crín (Chrysocion brachyurus), a veces llamado lobo rojo en BrasilEl lobo rojo tiene un tamaño intermedio entre el lobo común o gris y el coyote. Los machos adultos pesan entre 25 y 35 kilos, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas. El pelaje está manchado de multitud de colores, entre los que destacan el negro, grisáceo, marrón y amarillento; el pelaje rojizo que da nombre a la especie es más frecuente en las poblaciones orientales, especialmente en las originarias de Texas.

         Al igual que los lobos grises, los lobos rojos son animales sociables, pero sus manadas son más pequeñas que las de los primeros, a menudo compuestas únicamente por una pareja y sus hijos de distintas edades. Los lobos rojos pueden llegar a tener hasta tres camadas de 2 o 3 cachorros al año, que abandonan el grupo familiar hacia los 6 meses de edad.

         Los lobos rojos se alimentan preferentemente de mamíferos de tamaño pequeño, como roedores y conejos. En grupo atacan también a los mapaches e incluso a ciervos adultos. También consumen ocasionalmente insectos ybayasAunque varios políticos partidarios de su persecución invocan con frecuencia su supuesta naturaleza híbrida debido a que las leyes vigentes en Estados Unidos no protegen a los cruces, lo cierto es que en los últimos años los análisis genéticos y los hallazgos fósiles han indicado claramente que esta especie es auténtica. La línea evolutiva del lobo común se separó del tronco común hace más de un millón de años (coincidiendo con su colonización de Eurasia desde Norteamérica), mientras que los lobos rojos y los coyotes lo hicieron hace medio millón de años. Posteriormente, hace unos 300 mil años, los lobos grises retornaron a América del Norte y se expandieron por todo el continente.

          Como ya se ha dicho, estudios publicados en el año 1999 afirman que los lobos del sureste de Canadá, son una especie diferente (Canis lycaon). Las opiniones posteriores se reparten entre: aceptar Canis lycaon como especie exclusiva del sureste de Canadá, considerar que Canis lycaon engloba a los lobos rojos autóctonos del sureste de Norteamérica(lycaon más rufus), que se trata de híbridos entre lobo común y lobo rojo, o que, de acuerdo a la visión clásica, es una subespecie de Canis lupus lycaon.

          Sin tener en cuenta estos lobos canadienses, se puede decir que la distribución original del lobo rojo a la llegada de los primeros colonos europeos se extendía desde Pennsylvania hasta Texas. Pero considerando a los lobos canadienses, su área llegaría hasta el sureste canadiense. Con el tiempo, la persecución humana, la destrucción de su hábitat y los cruces de lobos rojos con coyotes y perros después de que fueran expulsados de los bosques llevaron la especie al borde de la extinción. De las tres subespecies que se han documentado, la de Florida (C. r. floridanus) se extinguió en 1930 y la del golfo de México (C. r. rufus), difundida por las áreas costeras desde Texas hasta Luisiana lo hizo en 1970. La tercera, (C. r. gregoryi) se extinguió en estado salvaje en 1980, pero por suerte aún quedaban algunos ejemplares en cautividad que dieron lugar a nuevas manadas con las que iniciar un proyecto de reintroducción en la naturaleza. El primero de ellos se produjo en Carolina del Norte en 1987, donde se liberaron 100 individuos con éxito. Según el censo de 1997, la población de Carolina del Norte y Tennessee, hacia donde se extendió tras la reintroducción, más los individuos en cautividad rondan en la actualidad los 550 individuos. Algunos expertos consideran que de confirmarse que Canis lycaon es conespecfíco con Canis rufus, los lobos del sureste de Canadá podrían utilizarse en los programas de reintroducción en Estados Unidos. Además, si fuera el caso, habría que revisar el estado de conservación de la especie, que no sería tan crítico.

wikipedia.com

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viernes, 5 de abril de 2013

Inia geoffrensis


       El delfín rosado (Inia geoffrensis), también conocido como boto, bufeo, delfín del Amazonas y tonina, es una especie de cetáceo odontoceto de la familiaIniidae, la única del género Inia. Se reconocen tres subespecies, I. g. boliviensis, I. g. geoffrensis e I. g. humboldtiana, las cuales se distribuyen en las cuencas del Amazonas, la cuenca alta del rio Madeira en Bolivar y la cuenca del Orinoco, respectivamente.
        Es el delfín de río más grande; el peso de los machos adultos llega a los 185 kg y pueden medir hasta 2,5 m. Como carácter distintivo, los adultos adquieren un color rosado, más acentuado en los machos. Es uno de los cetáceos con dimorfismo sexual más evidente, ya que los machos miden y pesan un 16% y 55% más que las hembras. Como los otros odontocetos posee un órgano llamado melón que utiliza para la ecolocación. La aleta dorsal tiene poca altura pero es muy larga y sus aletas pectorales son grandes. Esta característica, junto a su mediano tamaño y la falta de fusión de la vértebras cervicales, le confieren una gran capacidad de maniobra para desplazarse por el bosque inundado y para capturar sus presas.
       Posee la dieta más amplia entre los odontocetos; se alimenta principalmente de peces, de los cuales se han identificado 53 especies diferentes, entre los que se encuentran las corvinas, tetras y pirañas. Complementa su dieta con tortugas de río y cangrejos.
       Habita en el curso y los principales afluentes del río Amazonas y el Orinoco por debajo de los 400 msnm. En temporada de lluvias se desplaza a las áreas inundadas de la selva, donde existe una oferta mayor de alimento.
      En 2008, se le clasificó en la Lista Roja de la UICN como especie con datos insuficientes, debido a la incertidumbre con respecto a la cifra total de la población, su tendencia y el impacto de las amenazas. No ha sido objeto de caza significativa, pero en las últimas décadas, se han convertido en amenazas principales la pérdida del hábitat y las capturas accidentales con elementos de pesca. Por su llamativo tinte rosado, es una de las especies de odontoceto mantenida encautiverio en varios acuarios del mundo, principalmente en Estados Unidos, Venezuela y Europa; sin embargo, es una especie difícil de entrenar y con una mortalidad alta en cautividad.
      La especie Inia geoffrensis fue descrita por Henri Marie Ducrotay de Blainville en 1817. Dentro de los odontocetos, el delfín rosado pertenece a la superfamilia Platanistoidea (delfines de río), que está constituida por dos familias:Platanistidae e Iniidae, a la que pertenece el género Inia, del cual es el único integrante. No existe consenso de cuando y como penetraron a la cuenca amazónica; es posible que lo hayan hecho hace más de 15 millones de años desde el océano Pacífico, antes de la formación de los Andes o más recientemente desde el océano Atlántico.
       Se reconocen tres subespecies: I. g. geoffrensis, I. g. boliviensis e I. g. humboldtiana.5 Sin embargo, basado en la morfología del cráneo, en 1994 se propuso que I. g. boliviensis se trataba de una especie diferente. En 2002, a raíz del análisis del ADN mitocondrial de especímenes procedentes de la cuenca del Orinoco, el río Putumayo (tributario del Amazonas) y de los ríos Tijamuchy e Ipurupuru, en la Amazonia boliviana, se llegó a la conclusión que el género Iniaestaba dividido en por lo menos dos unidades evolutivas: una de ellas restringida a las cuencas fluviales de Bolivia y la otra distribuida ampliamente en las cuencas del Orinoco y Amazonas; sin embargo, hasta 2009 el asunto permanecía sin resolverse.
      Dentro de su amplia zona de distribución recibe diferentes nombres comunes: delfín rosado, boto (Amazonia), delfín del Amazonas, bufeo (Colombia) y tonina (Orinoco).

Amenazas

Caza y muertes deliberadas

      Puede decirse que por lo general la especie ha sido protegida y respetada en el pasado; sin embargo, existen registros del uso de su aceite como fuente de luz por parte de los colonos portugueses. Losindígenas mura cazaban botos cerca de Manaos, Brasil; durante el siglo XIX y los tikuna y cocama los capturaban cerca a Leticia, Colombia y el el bajo Ucayali, respectivamente, por lo menos hasta la década de 1950. También se han utilizado los productos de ejemplares capturados accidentalmente para fabricar medicinas y como amuletos de amor. En los mercados de la Amazonia se comercializan ojos de «boto», pero los análisis moleculares han demostrado que provienen del delfín costero (Sotalia guianensis), al cual se le llama «boto» en algunas regiones.
        En el departamento del Beni, Bolivia, se reportó la caza de la especie por medio de rifles y redes. En 1996, se adelantó una investigación para cuantificar el número de capturas incidentales y la comercialización de productos del delfín rosado, los resultados mostraron que las capturas son efectivamente accidentales y solo una pequeña cantidad de estos cadáveres son utilizados con propósitos comerciales.
    En la Amazonia colombiana algunos pescadores han matado botos (mediante arpones, disparos y envenenamiento) para impedir al interacción con los aparejos de pesca. En la cuenca del Orinoco y la Amazonia peruana existen algunos reportes de muertes, debido también aparentemente a la interacción con los pescadores.
       En el río Amazonas los delfines rosados han aprendido a tomar ventaja de algunas actividades pesqueras. Pueden romper las redes de pesca (en especial redes de cerco tipo lámpara) causando pérdidas considerables de peces y daños a los aparejos de pesca. También se reúnen para alimentarse de peces aturdidos por el uso ilegal de dinamita. En ambas circunstancias los pescadores pueden optar por matar los delfines.
Captura accidental
    La implementación de redes de pesca de nailon ha incrementado las capturas accidentales en la especie. Desde mediados de la década de 1990 se difundió su uso para capturar «piracatinga» (Calophysus macropterus), convirtiéndose en la peor amenaza para la especie. Otra amenaza se deriva de la construcción de centrales hidroeléctricas en los principales tributarios del Amazonas, disminuyendo la disponibilidad de ciertas especies de pescado. Adicionalmente, las represas aíslan diferentes poblaciones, disminuyendo el intercambio genético y aumentando la posibilidad de extinciones locales.

Pesca excesiva

       El uso de redes de malla de nailon se encuentra extendido en toda la Amazonia y con la presión ejercida por la pesca la competencia entre delfines y pescadores es más intensa. Sin embargo en el centro del Amazonas esta competencia es todavía mínima. Los análisis de la dieta en el boto han demostrado, que solo el 43% de las 53 especies incluidas en su menú son comercializados y que los peces capturados no tienen la talla suficiente para tener interés comercial.

Degradación del hábitat

     Otra causa potencial de alteración del hábitat, es la construcción de centrales hidroeléctricas. Estas estructuras suponen un obstáculo para las migraciones de la especie y de sus presas, limitando el acceso al alimento y propiciando el aislamiento entre las diferentes poblaciones. Además, las poblaciones atrapadas detrás de estas barreras están expuestas a un ambiente inadecuado, con bajas concentraciones de oxígeno, disminución del pH y menos alimento. El en río Formosa se han reportado varamientos a consecuencia de los cambios en el nivel del agua por la desviación de los cauces para irrigación. Los humanos se están expandiendo rápidamente a través del área de distribución de la especie, especialmente en Colombia y Brasil. La presencia de estos pobladores implica un incremento en la actividades agrícolas, deforestación, hatos ganaderos y plantaciones. La deforestación de planicies inundables para actividades agrícolas y la industria maderera, afectan el ciclo hidrológico y ecosistema ribereño. Una de las peores consecuencias de la deforestación es la disminución del desarrollo de poblaciones de peces, lo que redunda en un suministro restringido de alimento para los delfines y otros depredadores.
      Finalmente, en Colombia, la explotación y producción de petróleo también representa una amenaza potencial para la especie. Esto ha ocurrido durante las últimas décadas, como resultado de los múltiples derrames de crudo a causa de los atentados guerrilleros contra oleoductos en la Amazonia y Orinoquia del país. Algunos de ellos han sido muy extensos con resultados no cuantificados.

Polución

      En la Amazonia y Orinoquia, se ha incrementado el uso de grandes cantidades de plaguicidas en actividades agrícolas. La contaminación con metales pesados en el Amazonas proviene de las minas de oroque utilizan mercurio en forma incontrolada;el mercurio se utiliza para separar este metal de roca circundante
        Los efluentes de las plantas de celulosa son también una fuente potencial de contaminación. Sin embargo, la concentración de mercurio (176 ng/ml) hallada en la leche de una hembra capturada en el río Amazonas cerca de Manaos, Brasil, estaba cerca del nivel mínimo de toxicidad de metilmercurio en mujeres adultas no embarazadas. Esto sugiere que al menos en esta parte del río, la contaminación es baja.

Depredadores

        No existen registros de depredadores naturales de los botos, pero el caimán negro (Melanosuchus niger), el tiburón toro (Carcharhinus leucas), la anaconda (Eunectes murinus) y el jaguar (Panthera onca) eventualmente podrían capturar a un boto. Algunos animales poseen cicatrices en forma de medialuna atribuidas a peces gato de las familias Cetopsidae y Trichomycteridae.